Con sorpresa y molestia reaccionaron los Diputados Republicanos a la noticia de la adopción del llamado “Pacto del Futuro” este domingo por la tarde en Naciones Unidas, como acto preparatorio de las reuniones de la asamblea general de la ONU, esta semana en Nueva York.
Al respecto, el Diputado Republicano de la Comisión de Relaciones Exteriores Stephan Schubert, afirmó qué “una vez más la ONU busca imponer una agenda, cuyo objetivo es reducir la autonomía de los países, no dejando espacio para tomar decisiones que se ajusten a sus realidades soberanas. Este es el tercer intento desesperado de la ONU, luego de los Objetivos del Milenio (2000) y de la Agenda 2030 (2016), de imponer una agenda y objetivos que son contrarios a la familia y a los valores fundamentales a los que adhiere una inmensa mayoría de los chilenos.
“¿Cuánto costó la implementación de la Agenda 2030 para el Estado de Chile? No conocemos aún qué ha pasado con la Agenda 2030 y nuevamente se busca la imposición de una agenda que no conocemos y cuyos principios fundamentales, por lo que sabemos, ni siquiera han sido debatidos democráticamente. Nos están haciendo firmar un cheque en blanco con objetivos internacionales que ni si quiera garantizan resultados óptimos. Mi llamado al Gobierno es que ponga los pies en la tierra, y resuelva la crisis de delincuencia y seguridad que enfrentamos como país. Allí deben invertirse con urgencia los recursos de todos los chilenos.”, argumentó el legislador.
En ese sentido, agregó que “éste gobierno nuevamente da muestras de su miopía cortoplacista e irresponsabilidad fiscal. Ellos se van el próximo año, pero dejan amarrado al Estado de Chile con compromisos económicos internacionales y una agenda ideológica de causas fallidas, que ya se comprobó que no traerán mayor equidad ni desarrollo para los chilenos”.
“La Agenda 2045, camuflada bajo este llamado “Pacto del Futuro”, establece compromisos y declaraciones muy serias en materia de compromiso multilateral; en materia de inmigración ilegal; en lo referente a derechos sexuales y reproductivos. También habla de cambiar nuestros patrones de consumo y crecimiento; de controles al gasto militar; de reconocimientos y derechos de los pueblos indígenas y de consolidación de la ideología de género. Todas estas materias son muy controvertidas en Chile y no puede ser que la Cancillería y el Gobierno se manden las partes sin consultar con el Congreso” afirmó por su parte, la también diputada Republicana de la Comisión de Relaciones Exteriores, Catalina del Real.
Schubert, en tanto, anunció que “vamos a citar al Canciller Alberto Van Klaveren a la Comisión de Relaciones Exteriores para que nos explique qué compromisos asume Chile al suscribir este Pacto del Futuro y cuáles serán las obligaciones que tendremos que asumir respecto a la llamada Agenda 2045”.
La Bancada Republicana, en su conjunto, acordó, asimismo, solicitar una reunión de a Van Klaveren, para que dé cuenta de los alcances de este pacto y las implicancias que tiene para Chile, manifestando desde ya su distancia con la Agenda 2045 al afirmar que: “Son proyectos declarativos, con objetivos muy loables en su mayoría como la búsqueda de la paz mundial, la eliminación de la pobreza y el facilitar el acceso al agua para toda la humanidad, pero que en el fondo, contienen elementos muy nocivos para distintos países, al someterlos a la dependencia de las organizaciones internacionales, dominadas por agendas y agentes ideológicos que buscan promover otros intereses y objetivos. La Agenda 2030 fue un fracaso total que costó miles de millones de dólares a todos los países del mundo y ahora nos quieren imponer una extensión al 2045 para seguir promoviendo una agenda ajena a los objetivos e intereses de Chile”.
