Las diputada Republicanas Catalina del Real, Chiara Barchiesi y Sofía Cid, salieron al paso de las declaraciones de la ex polola del presidente Gabriel Boric, Irina Karamanos, quien cuestionó el retorno del cargo de Primera Dama en la persona de Pía Adriasola -esposa del Presidente electo José Antonio Kast-, luego de que ella misma lo eliminara de La Moneda.
A juicio de la primera de las congresistas, la crítica de Karamanos es “increíblemente hipócrita” y agregó que ella “utilizó su posición para realizar viajes al extranjero y posicionar sus propios proyectos personales, utilizando el aparato estatal”.
“Es vergonzoso que hoy pretenda erigirse como una voz crítica. Creo que ha perdido toda credibilidad”, sostuvo la diputada Del Real, representante del Distrito 11.
Mientras que la legisladora Chiara Barchiesi, dijo que “más allá de lo irónico que resulta que la misma Irina Karamanos haya levantado este tema, sí, la que creó el gabinete Irina Karamanos, aquí lo importante sí es el fondo, no las formas”.
“En ese sentido, el objetivo es recuperar el espíritu de una institución republicana que grandes mujeres durante la historia de Chile han desempeñado, un rol social cercano a la gente. El gobierno de Boric abandonó estos programas sociales. Aquí lo importante es volver a trabajar con fuerza por las familias, por las primeras infancias, por las personas con discapacidad y por nuestros adultos mayores”, añadió la parlamentaria por la Región de Valparaíso.
Por su parte, la diputada por la Región de Atacama, Sofía Cid, recordó que “esta fue una decisión meramente ideológica, y en el caso de ella, una clara muestra de que son más importante las agendas personales para saltar a la fama que el sentir nacional”.
“En lugar de fortalecer el trabajo que históricamente lideraron las Primeras Damas, optó por una oficina personal que generó confusión, polémica y ningún legado claro. Esta desconexión con la realidad le hace daño a Chile. Hoy sorprende que desde ese mismo sector se critique el retorno de una figura que, más allá del protocolo, ha significado compromiso social, cercanía con la ciudadanía y apoyo concreto a quienes más lo necesitan. Lo que falló no fue el cargo, fue la ideología que lo quiso borrar”, cerró.
